“Luna, puedo pasar” dijo una de nuestras omegas.
“Claro pasa”.
“Tiene visita , ha llegado un caballero de Galandria que trae un caballo para usted”.
“No puedo creerlo, ya está aquí” dije sonriendo y salí corriendo de mi habitación.
No puedo explicar la alegría que tenía cuando vi a Enrique afuera de la casa de la manada, sosteniendo a mi querido Azabache, lo abrace emocionada ,"Viniste, no puedo creerlo”.
“Lo dudabas, dije que lo traería y que vendría a verte lo antes posible, no me iba a quedar sentado esperando una invitación”, dijo Enrique.
Me acerque a mi caballo, admirando su hermoso pelaje, “Hola bonito, te extrañe mucho”.
“Por favor llévenlo a la caballeriza que prepararon para él y cuídenlo, es mi más grande tesoro” les dije y me sonrieron al ver al hermoso caballo que tenía frente a mí.
“Te quedarás a cenar, verdad” dije emocionada.
“No!...., me quedare algunos días, tu padre estará bien , deje todo listo y quiero ver que tan bien atendida estas antes de regresar”.