Lyon gruñó al ver a su hermano avanzar hacia él, lo miraba como siempre con una mezcla de burla y odio. Él avanzo poco a poco para quedar a un metro de distancia de Radolf, Uzziel se quedó un poco atrás vigilando alrededor, atento a cualquier sorpresa.

—¡Al fin te dignaste venir cobarde! —grito Radolf, Lyon saltó dejando atrás a su lobo para ser de nuevo humano.

—Yo no soy ningún cobarde —Lyon miró hacia la parte superior de la muralla —al único cobarde y de quien emana el olor a miedo eres tú…

Radolf gruñó, le demostraría que no le tenía miedo. Se lanzó contra Lyon con los puños cerrados, quiso impactar su derechazo en el rostro de Lyon, pero este lo esquivo muy fácil.

Lyon le respondió con un puño de su mano izquierda que dio en la mejilla, después su mano derecha que conecto en su abdomen, lanzándolo al suelo.

Radolf cayó de espaldas en la tierra, movió la cabeza de un lado a otro y se limpio el hilo de sangre que estaba saliendo de su boca, su hermano tenía unos ladrillos en sus