El Alfa estaba como paralizado, su rostro de asombro decía todo, nunca espero ver a su hijo en las tierras de su manada Luna de agua.—Hijo mío —dijo al fin, abrió los ojos y la expresión de su rostro cambio de inmediato de sorpresa a alegría —yo sabía que un día regresarías a perdóname.Uzziel puso sus manos delante de él, deteniendo su avance.—No te confundas Alfa Obedt, no estoy aquí porque lo he perdonado, estoy aquí porque usted me dijo que si un día necesitaba ayuda no dudará en venir aquí —dijo Uzziel muy serio y seco —lamento que se haga ilusiones, pero yo nunca lo voy a perdonar.La mirada del Alfa se torno triste, con dolor, no podía evitar que las palabras de su hijo lo estuviera lastimado.—Te entiendo, y comprendo que no puedas perdonarme —hizo una pausa mirando a quien lo acompañaba —Lyon es un gusto tenerte aquí en la manada.—Gracias Alfa, lamentó llegar sin avisar, pero Uzziel me dijo que usted estaría dispuesto en ayudarnos —replico Lyon.—Uzziel no se equivoca, per
Fue una sorpresa para Aysel y Lara que el Alfa quisiera acompañarlos, pero para Uzziel y Lyon no, aunque no lo conocían habían visto en la mirada de Obedt un brillo de querer luchar junto a ellos.—Ya sabía que dirías eso, pero no es necesario que vayas con nosotros —replico Uzziel mirándolo a los ojos —aquí tu manada te necesita—Ya no pienso poner a mi manada antes que nada, tú mi hijo me necesita, necesitas a tus lobos —Obedt se acercó más a Uzziel —y está vez no pienso dejarte solo como lo hice cuando eras un cachorro.Las palabras de Obedt conmovieron a Uzziel, hasta el punto de llorar, pero contuvo las lágrimas que estaban por salir de sus ojos.—Muchas gracias Alfa Obedt —dijo Uzziel desviando la mirada a Lyon que estaba de frente a él.—Muchas gracias Alfa Obedt —expreso Lyon llamando su atención —y gracias por su hospitalidad.El Alfa sonrió e invitó a qué siguieran disfrutando de la comida que había sido preparada especialmente para ellos.Una hora después Lyon estaba entren
Lyon entró a la habitación, pensando que Aysel estaba despierta le hablo. —Aysel tenemos que…—no terminó la frase, al ver la cama ella dormía tranquilamente. Se acercó sin hacer ruido, después de muchos días, ella podía descansar en una cómoda cama. Se sentó a un lado de ella, el Alfa Obedt tenía razón, a pesar de la cicatriz Aysel era hermosa, ¿Por qué ella no había sido su compañera elegida desde nacimiento? Era una pregunta que se hacía con frecuencia desde que la tomo como luna. Si ella lo hubiera sido, nunca la hubiera llamado luna de reemplazo, Radolf había tenido razón en una cosa, ella siempre debió ser la luna de la manada. Con las yemas comenzó a acariciar su fino rostro, su frente, su mejilla, su cicatriz Aysel al sentir su sutil caricia comenzó abrir los ojos lentamente, al verlo dejó escapar una sonrisa. —Volviste —Lyon le regreso la sonrisa —estas muy cansado… —dijo un poco adormilada. —No, Aysel tenemos que hablar —replico mirando como ella intentaba te
Lyon frunció el ceño, de que maldición estaba hablando, su cicatriz no había nacido con ella como todos en la manada suponían. —¿Maldición? —cuestiono mirando a Aysel, ella se limitó a afirmar con la cabeza.—Esa noche que tú me aceptaste como tú compañera, yo externé mi sentir delante de la Diosa —se giró para verlo a los ojos —y ella me dijo que pronto desaparecería, pero lo que nunca mencionó fue como lograría romperla.Lyon miró su rostro, puso su mano acariciando dónde antes estaba.—Si tu marca era una maldición ¿Quién tuvo el corazón para hacerlo? —Aysel no tenía respuesta para la pregunta de Lyon y tal vez nunca la tendría.—No lo sé, pero eso no me importa, lo que de verdad me hace feliz está mañana es saber que tú me amas —se colgó de su cuello —a pesar de mi marca me amabas —quería seguir diciendo que no como Radolf, que uso un hechizo para ocultarla, el decía que la amaba, pero no aceptaba su marca en su rostro, eso no era amor.—Y nunca dudes que te siguiere amando hasta
En las salas de café no se hablaba de otra cosa de la eminente llegada de Lyon, el alfa de la manada y su ceremonia donde tomaría como su Luna a la hija adoptiva del enlace de manada, a la más bella del lugar Dilay Chao. —No estás feliz Dilay, se dice que la próxima semana regresa Lyon y al fin te convertirás en su Luna— le decía una mujer que estaba de frente tomando una taza de té. —Si, muy feliz— contesto sin mucho animó, algo que fue notorio para todas las mujeres presentes.—Pues no se nota querida —respondió una de las mujeres con una sonrisa burlona —Está nerviosa, además extraña a Lyon, han sido tantos meses sin verlo —intervino Tara al ver la cara de su hija, le apretó la mano con disimulo para que cambiara su rostro y mostrará una sonrisa —¿Verdad cariño?—Si mamá, es la nostalgia —respondió Dilay con una mueca en el rostro. —Casi todo está listo —intervino Tara llamando la atención de las mujeres —Aysel y yo la estamos ayudando en todo, para que sea la mejor ceremonia d
Aysel no pudo aguantar más, que entró gritando a la cabaña. —¡Están locos! ¡Dilay tú no puedes hacerle eso a Lyon!—Aysel ¿Qué haces aquí? —cuestionó alarmada Dilay que se cubría su cuerpo con el de Joram que solo llevaba sus pantalones. Detrás de ella vieron a Berk que mantenía la cabeza en el suelo. —Evitando que cometas el mayor error de tu vida —respondió Aysel que avanzó por el lugar para tomar la blusa de Dilay que estaba en el suelo —ahora vístete, nos vamos de aquí —apunto a Joram en el pecho —y tú lárgate de aquí junto con Berk antes que llegue Lyon, porque si sabe que tu tocaste a su luna ya debes saber lo que te pasara ¿verdad? —Si me voy a ir, pero con ella —tomo la mano de Dilay —no pienso dejarla aquí sola a afrentar las consecuencias de nuestro amor…—¿Qué consecuencias? ¿de qué hablas? —cuestionó Aysel mirando a los dos, Dilay se había refugiado en sus brazos y Joram la sostenía con amor y protección.—Aysel hay algo que nadie sabe y si no me voy esta misma noche, m
Dos grandes lobos corrían entre los árboles, uno iba más rápido que él otro, así que le llevaba una gran ventaja. “Lyon espera, hay que detenernos para descansar” Dijo su amigo Uzziel a través de la conexión mental.“No, ya casi llegamos a la manada”Lyon ansiaba llegar, ver a Dilay era su mayor motivación, habían sido tantos días sin verla, sin escuchar su voz, que nunca imaginó que la extrañaría tanto, desde el momento que se convirtiera en su luna no se apartaría de ella nunca más. “Aunque lleguemos en media hora, no podrás verla, porque ella debe estar dormida”Lyon lo sabía, que no la vería en cuanto llegará, pero si a primera hora, porque estaría en casa de Asael cuando salieran los primeros rayos del sol. “¿Avisaste a Asael que llegaremos mañana?”“Por supuesto, seguí al pie de la letra, le dije que no le avisara a Dilay para que fuera una sorpresa”Internamente Lyon sonrió, ya podía imaginar su rostro iluminado al verlo a primera hora en su casa. Había sido el año más larg
Todos voltearon al escuchar la voz gruesa y dura de Lyon, sus ojos fríos habían cambiado de color, de miel a rojo, demostrando un profundo odio, pero también un gran dolor, como si su corazón se hubiera partido en mil pedazos. Sin que Tara lo previera, Lyon le arrebato la hoja que sostenía en sus manos, ella hizo un intento vano por quitársela, pero fue inútil, él uso el comando alfa para que no se moviera ni ella, ni ninguno de los presentes en la habitación. —¡Querido Lyon no leas esto! ¡Es mentira! ¡Mi hija fue secuestrada! —trato de explicar Tara, pero la cayó con su voz. —¡SILENCIO!Su vista estaba solo puesta en las letras que anunciaban la traición de su luna, la que había nacido para él. “Querida madre Tara, quiero agradecer todo lo has hecho por mí desde que me acogiste como tu hija cuando mi madre murió en el parto, perdóname por esto que te hago, pero yo no puedo unirme a Lyon, porque no soy su luna y nunca lo seré, conocí a mi verdadera alma destinada, y aunque luché e