La sangre dentro de las venas de Freyha, la cual segundos atrás corría ardiente de cólera, ahora parecía haberse enfriado, como si de repente se hubiera sumergido a un lago helado.
Todo gracias a las palabras de Zeth, las cuales atrajeron la atención a sus manos de Rohan, Franchesca y Fenryr.
Solo este último comprendió a la perfección lo que estaba ocurriendo, por lo que su brillante mente comenzó a trazar un plan.
—¿Otra vez volviste a reventar los bolígrafos?—preguntó de forma casual el chico de cabello dorado tomando la mano que supuestamente estaba manchada de tinta roja.
Fenryr la elevó con delicadeza y volteandola hacia a