Punto de vista de Ryan
Este hombre era todo lo que había deseado en mi vida y mucho más.
Después de correrme dentro de él, pensé que querría descansar por un momento, pero no… Blake me deseaba tanto como yo a él, y no tardó en demostrármelo.
Justo después de decir aquellas palabras, se sentó en la cama y ladeó la cabeza, estudiándome con detenimiento.
Entonces, estiró la mano hasta rozar mi mejilla y suspiró, mirando de arriba abajo, y luego a mis labios, esos que besó apenas con una suavidad incomparable.
—Extrañaba tus labios —musitó por lo bajito y enmarcó mi mentón con sus dos manos.
Me acomodé de rodillas en silencio, en tanto se acercó. Su lengua dibujó mi labio inferior despacio, y luego se metió furtiva en mi boca, instándome a abrirla.
Dios… Blake siempre había dado los mejores besos.
Se encajó más hacia mí y nos fundimos en un baile lujurioso y nada comedido, donde nuestras lenguas se estudiaron de pies a cabeza y de regreso, donde no hizo falta ni el decoro ni la educación,