Carlo la tomó de la mano y atravesó media casa llevándola a rastras, Aitana agradeció que pasaran de las doce de la noche y la familia entera estuviera durmiendo, porque no iba a hacerles mucha gracia un enfrentamiento marital a aquella hora.
El estudio se iluminó en cuanto entraron y durante un segundo ambos se quedaron paralizados frente al escritorio, como si una imagen sólida de los dos besándose se hubiera quedado all&