Ciro estaba en su oficina, sentado frente a su ordenador. Había considerado la idea de borrar los archivos recopilados por el detective, pero qué caso tenía hacerlo ahora, cuando Anne ya sabía la verdad. Fue muy ingenuo al relevar el contenido de aquellos archivos, y más ingenuo aun al pensar que Anne no los encontraría. Debió llevarlos a otro ordenador o pasar todo a una memoria USB que nunca soltaría. Ahora, las concecuencias le estaban pasando factura por su descuido.
-Ya estoy aquí. ¿Qué sucede? -era Brahim entrando sin previo aviso. Ciro seguía sin poder verlo con buena cara, siempre con el entrecejo fruncido y ojos inexpresivos. Lo vio acomodarse en la silla al otro lado del escritorio.
-Planeo ir a Rusia. Tendrás que hacerte cargo de las empresas. -le dijo sin rodeos.
-¿Para eso me has hecho venir? Ya lo hemos hecho antes: tú te vas de vacaciones, yo me hago cargo y cuando vuelvas enmiendas mis errores.
-No, hermano, está vez será diferent