Capítulo 7. La furia de la reina (2da parte)
La secretaria pegó un grito al ver cómo el joven príncipe, con todo lo delicado que aparentaba ser, derribó a sus guardias fácilmente. En eso, Brett comentó:
- ¿De verdad nuestra esposa pretendía “protegernos” con unos escoltas tan débiles? ¡Menos mal que no abandoné el entrenamiento!
- ¡Sí! ¡El Brett rebelde ha renacido! – exclamó un alegre Eber, con los puños levantados.
Zlatan se acercó a la secretaria y le dijo:
- Si se entera, dile que no pudiste detenernos. Asumiremos la responsabilidad para que no se desquite con usted, señorita.
- Descuiden, majestades. Yo les cubriré – prometió la secretaria
- ¡Contamos contigo!
Brett tomó el mando, mientras el resto subieron a los asientos traseros. Una vez a bordo, partieron directo a la Capital.
Durante el camino, Zlatan intentó comunicarse con Uziel desde su dispositivo comunicador. Pero no obtuvo respuesta.
- ¡Ese niño! – gruñó Zlatan.
- No sé por qué presiento que encontraremos un río de personas noqueadas por nuestro hermanit