Capítulo 51. Un negocio turbio (1ra parte)
Cuando llegó el momento de partir, la reina abrazó a sus esposos uno a uno. A Brett y Eber los besó mientras que a Zlatan y Uziel les acarició sus mejillas. En un momento, Panambi dijo:
- Ojalá mis brazos fueran más largos para abrazarlos a todos.
- Estaremos bien – dijo Brett – no podré traerte la cabeza de Roger por culpa de cierta persona, pero si la de sus subordinados.
- En verdad muchísimas gracias por dejarnos ir, esposa querida – dijo Eber – prometemos regresar para seguir apoyándote y jurar lealtad a tu reinado.
Zlatan y Uziel no dijeron nada. Simplemente inclinaron sus cabezas.
A lo lejos, la duquesa Dulce los miraba. Zlatan le dirigió una mirada y, desde su dispositivo, le envió un mensaje diciendo:
He decidido pensar por mí mismo. Fue difícil, pero lo conseguí. Pienso que eres una persona encantadora.
Dulce sonrió ante sus palabras escritas. Y mientras agitaba la mano hacia ellos, pensó:
“Te salvaré. A ti y a tu hermanito. No tienes que corresponder a mis sentimie