40

Ailín

Cuando lo vi me quedé paralizada. No se me ocurrió nada mejor que hacerme la indiferente, porque mi corazón empezó a latir frenético, el deseo comenzó a arremolinarse en mi bajo vientre obligándome a contenerme para no saltarle encima y besarlo hasta la saciedad.

Logré reaccionar a tiempo, no es que estuviera enfadada con él, simplemente no quería verme desesperada y que se diera cuenta que cuando aparece o me habla me convierto en nada. Cuando Nikolay está cerca mío pierdo la capacidad de pensar con claridad. Tanto tiempo sin verlo, sin tenerlo entre mis brazos me estaba pasando factura.

Por eso reaccioné como si me molestara que hubiese venido a buscarme. Mi cuerpo estaba saltando de alegría al ver que me a

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo