Capítulo ciento veintitrés: Meta conseguida.
—Me divertí mucho mi sol— su vos en mi oído sonaba cálida,
— Yo también— le contesté mientras seguíamos bailando.
Después de un rato, Steven comenzó a actuar distinto, deslizaba sus manos por mis caderas, hasta que yo lo detenía cuando quería ir más allá,
— Vale, tranquilo— le dije sonriendo,
él se acercó a mi cuello y comenzó a dejar besos firmes, acortando el espacio de tal forma que se estaba volviendo difícil poder bailar o movernos siquiera.
— No me resisto— susurro nuevamente en mi oído.
Su actitud me comenzaba a poner incómoda y al notar que insistía preferí alejarme de él con la excusa de tomar algo, por suerte no lo tomó a mal y fuimos a la barra donde pedimos algo.
— Por fin se durmió— le dije con un tono bajo a Dilan que permanecía con Axel en brazos,
— Sí, este fiestero se agotó— respondió riéndose.
—Cada día está más lindo, sin duda será muy inteligente cuando crezca— le comenté y Dilan asintió chocando su cerveza a la mía.
Las manos de Steven seguían