Lo observó parado frente a mi con ambas manos metidas en los bolsillos de su pantalón , la camisa blanca que lleva puesta tiene los primeros tres botones abiertos dejando ver parte de su pecho .
Su rostro luce tenso y mirada no tiene ningún tipo de expresión en ella.
— ¿Tú fuiste quién me compró? – vuelvo a preguntar tartamudeando – ¿por qué ?.
— Ese no es tu asunto , lo único que tienes que saber es que de ahora en adelante me perteneces – pasea su pulgar derecho sobre mis labios – harás todo lo que te pida ¿entendido?.
— ¿Tú también me obligarás acostarme con otros hombres ?– su mirada se endurece – porque me dijeron que seguiría siendo una prostituta ¿tú también te dedicas a comprar mujeres para prostituirlas? .
— ¡Callate! – grita con autoridad – tú no serás ninguna prostituta , tú estás aquí para cumplir cada cosa que te pida sin rechistar.