“Bella, ¿cómo se une uno a tu mafia?”, preguntó Jaden, mirándome mientras nos sentábamos alrededor de la mesa.

“¿Por qué? ¿Piensas unirte?”, pregunté. Sabía que él y Jada también estaban metidos en esta mierda pero nunca pensé que él estaría realmente interesado.

“No seas tonta, Jaden. Ryder acaba de salir y apenas lo consiguió por ese estilo de vida. No creo que tus padres lo aprueben tampoco”. Bonnie habló como si fuera la dueña de esta maldita familia.

Jaden la fulminó con la mirada. “La última vez que lo comprobé, no eras mi hermana. Estaba hablando con Bella”, espetó Jaden. Quise reírme, pero apreté los labios. Así es, Jaden.

“Jaden, no le hables así a Bonnie. Es la madre de mi hijo”. Ryder regañó a Jaden. Miré a Ryder y fruncí el ceño. ¿Qué demonios le pasa? Nunca fue así. ¿No puede ver lo que esta zorra está intentando hacer?

“¿Qué tal si organizamos una fiesta de pijamas para que podamos hablar de todo?”, sugerí.

“¿Qué? No, nena, esta noche vamos a casa de tus padres a un