Capítulo 1: Visiones Extrañas

DEDICADO A MI BETA READER AARON.

Me encontraba caminando por aquella solitaria calle del pueblo sabía que debía haber esperado a mi padre, pero no quería que me fuera a buscar al instituto, estaba exhausto de que vivieran encima de mi como si algo en realidad algo me fuera a pasar. El cielo se tornaba cada vez más gris pareciera como si estuviese conectado con mi ánimo el clima, ciertas visiones me habían estado atormentado desde que cumplí mis diecisiete años era como si supiera lo que iba a suceder, al día siguiente yo buscaba la forma de preguntarles a mis padres, pero siempre me evadían el tema, aquello no me agradaba del todo había algo que estaban ocultándome por eso necesitaba respuestas para todas mis inquietudes.

Sacaba las llaves de mi bolsillo mientras iba abriendo la puerta ya esperaba el regaño de mi madre, no me quedaba de otra que solo escuchar no podía responderle porque sería peor y verla enojada esa era otra historia nadie le podía ganar cuando ella estaba en ese estado incluso mi padre se aleja para no salir lastimado, saben a lo que me refiero toda madre lleva una asesina serial cuando la contradicen.

―Me puedes explicar porque estas tan temprano en casa, si sabias que tu padre iría por ti.

Madre no estoy de humor, a veces su protección me asfixia deben entender que también necesito mi espacio, por favor entiéndelo.

―El que no entiende eres tú, todo esto lo hacemos porque te queremos y nos mataría si te pasa algo. Cuando seas adulto y tengas tu propia familia sabrás lo que es ser padre.

―Tienes razón, pero porque cuando trato de explicarles lo que me pasa me evitan el tema, busco la manera de buscarle sentido a todo lo que me ha estado pasando, pero ustedes me alejan con ese comportamiento.

―Hijo...perdónanos no queremos evitarte.

Me quede en silencio sin responder nada solo la observe para luego irme a mi habitación, por seguridad cerré la puerta con seguro, en caso de que quisieran entrar caí encima de mi cama y lo único que me dispuse en aquel momento fue observar la pared como si no hubiese más nada en mi entorno. Me resultaba de mal gusto que no tuviera alguna explicación de aquellas visiones extrañas, en ese momento pensé en buscar información por internet era la única salida para solventar aquellas dudas que me afligían día y noche.

En ese momento mi celular recibe una notificación sabía exactamente de quien se trataba, pero no quise revisar, me encontraba muy ocupado para detenerme a leer un estúpido mensaje de mi amigo Hunter, aunque la verdad era la única persona que conocía del instituto el resto solo me ignoraba, aunque había un grupo de chicos que se burlaba de nosotros, pero nos daba igual.

Mientras veía por la computadora sobre las visiones me detengo en un párrafo que decía lo siguiente: ― "Para los que creen la precognición es algo que va por encima de los sentidos y que tendrá su origen en fuerzas sobrenaturales, dones de dios, personas superdotadas o poderes demoníacos".

Aquello me hizo dudar muchísimo estaba muy seguro de que yo era un muchacho normal y corriente, como yo iba a desarrollar un don tan fuerte no cualquiera puede ver el futuro o saber que podía pasar al siguiente día, eso solo pasaba en las películas de superhéroes o hechiceras como la serie de televisión Charmed, internet busca la manera de desequilibrarnos mentalmente me pareció mejor dejar de leer tanta porquería que decidí bajar para cenar con mis padres y olvidar ese párrafo que no salía de mi cabeza.

Cuando bajaba las escaleras un fuerte dolor de cabeza me invadió provocando que las luces del pasillo parpadearan, buscaba la manera de no crear algún ruido para no preocupar a mis padres, pero se iba haciendo más fuerte, de la nada un chico de cabello azul se aparece quedando frente a mí no decía nada, pero lo que le resaltaba más eran aquellos ojos dorados.

―Llegara el día en el que nos enfrentemos y eso será el fin de una era, así que deja que todo ese poder sea liberado.

― ¿Quién eres?

Sin responder desapareció avivadamente pude bajar tranquilamente, pero seguía consternado por lo que me había sucedido, ahora podía ver personas pensé en una posible esquizofrenia, aunque fue muy rápido pensar en eso, no había otra opción, mis padres estaban sentados hablando les sorprendió que hubiese bajado justo a la hora, para serles sinceros no podía dejarlos comer solos.

― ¿Estas bien?

―Si, solo me duele la cabeza―respondí con una media sonrisa.

No me encontraba bien, lo que había sucedido no era normal, pero debía permanecer en silencio y descubrirlo por mi propia cuenta solo debía fingir que no tenía nada para no preocuparlos, llegara el día en el que ellos me den una explicación de aquellas visiones extrañas. 

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