Capítulo 97: Hasta quedarse satisfecho.
Su cuerpo se movió con instinto, guiando su miembro hacia la entrada húmeda y cálida de Connie. Pero ella, renovada por la magia de su Rey Dragón… ¡Lo sorprendió!
Con una fuerza que desbordaba pasión, lo empujó sobre la cama, tumbándolo con un movimiento inesperado.
¡PUM!
El Rey Dragón quedó boca arriba, con su blanca figura extendida como un dios en su lecho. Connie lo montó con una sonrisa traviesa, acercándose a su oído, susurró con un tono juguetón:
—¿Quieres que te haga sentir aún mejor, mi hermoso Rey dragón?
Una de sus manos se apoyó en el firme abdomen de Gael, mientras la otra descendió sin titubeos, tocándolo con descaro en esa dura masculinidad.
—No. Quiero tomarte ahora mismo —dijo él con voz profunda, sin poder ocultar su deseo de hacerla suya.
Pero Connie hizo un puchero encantador, y con un simple movimiento de su mano, una ráfaga de magia blanca surgió. Las cadenas se materializaron al instante, atrapando las muñecas del dragón a la cama.
Gael arq