— No sé si quiero saber qué hay dentro— comentó mirando fijamente la caja
— Cuando estés lista— le aseguró — ¿Quieres que la abra por ti? —
— Por favor— casi suplicó
Zack la puso sobre sus piernas y la abrió rápidamente, era ridículo seguir prolongando la tortura
Le dio una ojeada a lo que había dentro, pero para él no tenía demasiado sentido
— ¿Y bien? —
— ¿Esto significa algo para ti? — sacó una pequeña manta que Marisa reconoció al instante
— Era de Gabriela, de cuando era bebé— se sentó a su lado para poder ver el resto de cosas que quedaban dentro — Son las cosas que dejé cuando me marché de Virginia… No podía llevarme todo, tuve que dejar mucha ropa de ambas, los juguetes de