Theo entró la primera tienda que encontró, metió las manos en su chaqueta y caminó con tranquilidad por los largos pasillos de la tienda. Tomó una canastilla y frunció el ceño al notar que una extraña mujer lo veía fijamente. Se detuvo en la mitad del pasillo y soltó la canastilla para luego meter la mano en su chaqueta y sacar la brillante arma plateada.
La mujer era completamente hermosa con sus ojos claros, su cabello corto y sobre todo con los tatuajes temporales que cubrían por completo la piel de sus brazos. La mujer se abrió el saco y le mostró a Theo un vientre de embarazo.
—Mierda…
—¿Quieres tu arma de regreso?—preguntó Aurora mientras caminaba hacia él. Theo guardó su arma y se acercó a ella para tomarla de las mejillas y besarla.
—Tu cabello…—susurró mientras ve&ia