Sentí unas manos frías en mis pies e inmediatamente abrí los ojos, la luz del sol entraba por la ventana y lo primero que vi frente a mí fue el cabello castaño de Olivia y una sonrisa de oreja a oreja.
─ ¿Y bien? ─dijo alzando sus cejas ─ Quiero todos los detalles.
Me removí en la cama estirando mi cuerpo ─ ¿De qué hablas?
─ Durmieron juntos o sea que tuvieron sexo ¿Que tal fue? ¿Extrañabas ser penetrada por un hombre de verdad?
─ ¡Ay por dios Olivia! Que vocabulario el tuyo.
─ Ay amiga quiero todos los detalles, cuenta, cuenta.
─ No tuvimos sexo, solo dormimos juntos y ya, ni siquiera nos hemos besado y...
─ ¿Durmieron juntos sin sexo? ¿Pero se tocaron cierto?
─ No, aunque en la noche sentí algo en mi muslo quizás era la anaconda asesina ─solté una carcajada.
─ Yo es