Capítulo 50: Bienvenida a Nápoles.
PARÍS. TALLER.
—Isabella, allí está Piero, me dijo que si le puedes regalar unos minutos.
—Okey Katy, ya voy a recibirlo.
—Hola Isabella, preciosa como siempre, ¿cuándo regresaste de Buenos Aires?
—Hace pocos días, pero hablame de ti, ¿cómo has estado?
—Bien, estoy muy bien, estoy asistiendo a mi consulta, voy a terapia y me siento bastante bien, ¿resolviste todos tus problemas en Buenos Aires?, lo pregunto porque vine el otro día y Katy me dijo que te fuistes a resolver unos problemas financieros, me imagino que se trata de la empresa de tú papá.
—Sí, pero ya todo está resuelto.
—De seguro ahora te dedicarás a tu negocio aquí en París, no tendrás necesidad de viajar tanto.
—No tanto, de hecho, mañana salgo para Nápoles.
—¿A qué vas a Nápoles?- La pregunta la hizo en un tono duro, pero inmediatamente cambia y suaviza su tono de voz, -perdona no tengo derecho a hacerte ese tipo de preguntas.
Me sentí en la obligación de contesta