Capítulo 61. El acuerdo y el amor
Mark ni siquiera se echó a reír observando a su pequeña meter la pata, la abrazó y miró a la trabajadora social con un mohín.
—Niños, ya saben cómo son.
La trabajadora social miró a Irina y alzó la mirada hacía el pasillo, pues le ha parecido algo extraño y sospecha que se pierde de una parte de la historia.
Mark se puso de cuclillas para quedar a la altura de Lizzie.
—Lizzie, debes aprender a ser discreta mi amor, si la señorita está llorando en el baño es porque no quiere que nadie la vea llorar.
Lizzie unió sus cejas y no lo entendió, pero ella quería salir del compromiso con la visitadora para luego poder ir a comer pizza, así que a la trabajadora no le quedó otra cosa que concentrarse en su trabajo con la niña, conversaron y la experta mujer utilizaba preguntas indirectas para saber de la salud de Lizzie tanto física como psicológica.
— ¿Lizzie, te gusta la pizza? —preguntó la trabajadora social.
—Muchísimo, por eso cuando mami no podía darme nada de lo que