AMELIE.
–Tus tíos favoritos– respondió otra voz.
Dirigí la mirada hacia su origen.
–Bastian. Kelsey.
–¿Cómo está mi sobrinita querida? – Bastian abrió los brazos para recibirme.
Corrí hacia él, dejando que me abrazara con demasiada fuerza.
–Has estado haciendo de las tuyas, por lo que se– sonrió. –Sin duda eres mi sobrina.
–Bastian– soltó Kelsey con reproche, me miro. –¿Cómo estas, A?