Jun se despertó un tanto alarmado— con la respiración entrecortada, y sostuvo su estómago con pánico ante el extraño malestar.
"Ugh," Se quejó al sentir un dolor punzante y trató de gritar por ayuda, pero su voz no salía.
Sintió cálidas manos a su alrededor y una suave voz en su oído. Se concentró en el sonido y lentamente su corazón se fue calmando. Se alejó un poco del fornido pecho y miró con ansiedad a una esquina de la habitación donde se encontraban sus gemelos. El alivio que recorrió su cuerpo al ver a los pequeños dormidos allí le pareció incluso exagerado.
Una de sus peticiones había sido que trasladaran a los bebés a sus aposentos, y a pesar de su extraña solicitud, el Alfa accedió de inmediato.
"Estás a salvo." Escuchó a Brendan decir y Jun espiró con calma. Sintió sus brazos rodearlo con más fuerza y se aferró al Alfa.
"Gracias, Brendan." Dijo en un tono suave y solo recibió suaves caricias en su espalda en respuesta. "Fue solo una pesadilla."
"¿Qué soñaste?"
"Había—ha