Unos minutos después Mateo comenzó a llorar como si no hubiera mañana, eso me hizo sentir la peor madrina del mundo.

-Ya voy amor...dame unos segundos-

Me levante con cuidado ya que mis piernas a penas si reaccionaban. Prácticamente llegue a paso de tortuga hasta su cuna mientras me ponía la remera de Derek antes de tomarlo.

-Perdón mi amor, tienes la peor madrina del mundo. Son un asco para controlar mis hormonas, perdón por despertarte mi vida-

Derek seguía completamente inmóvil en la cama mirando el techo así que acosté a su lado poniendo al bebe en medio.

-¿Estas bien?- le pregunte poniendo mi mano sobre la suya-

-Nunca en mi maldita vida me sentí mejor- comento girando su cabeza para mirarme- Que estés hormonal tiene sus ventajas-

Aun podía sentir el sabor a sangre en mi boca. ¿En serio lo mordí?. Soy una desaforada. Mi entrepierna estaba completamente mojada y eso me daba algo de frio.

-¿Te importa si me baño primero?, tengo algo de frio-

-Yo me quedo con el bebe-

-Gr