¿Qué estás haiendo aquí Evelin? – Preguntó Ricky –
Al escuchar la pregunta, Evelin abrió los ojos muy grandes por el asombro, pero se recuperó muy rápido.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando? – Preguntó Evelin recordando hablarle despectivamente. Era lo que le gustaba al tipo – ¡Nos diste una paliza a mí y a mí hermana y tú crees que me atrevería a traicionarte! ¡Si dudas de mí nunca más volveré a darte lo que te gusta ni aunque me ruegues! – Dijo Evelin con los brazos cruzados –
-¿Entonces qué haces aquí? – Preguntó Ricky –
-¡Recibí una invitación como siempre, pero ya veo que no debí venir! ¡Sabía que no lo apreciarías! – Dijo Evelin levantándose del elegante sofá –
-¿De quién? – Dijo Ricky tomándola por un brazo y fijando sus ojos verdes en ella peligrosamente –
-De la promotora que trabaja en la tienda de discos. En el centro comercial. Yo entré a la tienda la semana pasada y ella me dio una invitación. Le dije que no estaba segura de si podría venir, pero igual me la dio – Terminó Eve