Después de la unión civil, donde finalmente se acreditaba la pareja ante el mundo legal, su unión y su vida como matrimonio, ellos se sentían un poco más ligeros ya que, habían podido salir de una de las tareas de este día tan especial y así, relajarse un poco durante una hora ya que aún no iba a ser la misa católica.

De esta manera, la pareja y sus allegados más cercanos deciden volver al hotel y colocarse en la zona del restaurante donde comer un poco de fruta para calmar los nervios y aguantar hasta la tarde que fuera la fiesta junto con la cena.

Es así como estos conviven durante un tiempo más hasta quedan las tres de la tarde y la pareja nuevamente tiene que separarse, ya qué hora tendrían que ser arreglados para la boda, para la ceremonia religiosa donde se llevarían los atuendos más bellos y adecuados de este día.

Guillermo antes de partir a la ala izquierda del hotel, le dice a su amada con mucha felicidad que:

- ¡ No puedo creer amor mío! ¡ No puedo creer que por f