Capítulo XIII...
Esa noche Cédric se marcha a cazar alguna presa viva, dado que no puede beber sangre humana a petición de Cassandra, se conforma con la sangre de algún ciervo o jabalí…y mientras él caza y sacia su sed de sangre, su esposa duerme dulcemente en su nuevo hogar, disfrutando de ser la señora de un vampiro como lo es su esposo.
Y desde su balcón en su mansión Felipe empieza a mover sus piezas, para…simplemente arruinar el matrimonio de Cédric…porque para él, Cassandra no merece dicha alguna, hay algo en esa humana que lo ha cautivado, y sabe que la joven aún no ha permitido que Cédric le muerda el cuello.
-Con que te estás guardando para mí – bebiendo de su copa de sangre – Cassandra, serás mía y arruinaré tu vida por ver más allá de lo que eres en realidad
-Hijo – asomándose por la puerta – ¿Qué sucede?
-Nada, madre solo pensaba…
- ¿En qué?
-En que Cassandra Baskerville tiene la belleza de la luna llena – mirando hacia la luna y sus ojos cambian de color
-Felipe…
-Madre, esa mujer será mí