El divorcio para Luna fue, sin lugar a dudas, un paso sumamente importante en su vida.
No solo significaba que finalmente podría librarse de sus sufrimientos, sino que además le abría la puerta a una nueva oportunidad para renacer.
Una mala elección en el pasado la había hecho sufrir durante tantos años, pero a partir de ahora, en los próximos años, ya no tendría que vivir de esa manera.
Luna solo quería ser feliz, vivir a su manera, sin preocupaciones.
Además, ahora no solo recuperaba su libertad, sino que también tenía millones de dólares en ahorros y una casa propia.
La vida ahora podría ser tan libre y despreocupada como ella quisiera.
Esa noche, sin duda alguna, tenía que darse un buen respiro y disfrutar al máximo.
Llamé a mi cuñada y la invité a unirse a nosotros.
Fuimos al karaoke de la vez pasada, y esta vez pedimos la misma sala privada.
Nos entregamos por completo a cantar, a liberar todas nuestras emociones sin reserva alguna.
No importaba si teníamos problemas o si la vida