Ante las condiciones propuestas por Christian, el señor Figueroa y los hábiles miembros de la familia Figueroa cambiaron de expresión.
Christian estaba amenazando con usar a Urbano para hacer que se postraran y se disculparan, y además, quería que abandonaran el sur.
¡Era imposible que aceptaran tales condiciones!
—Chico, no pienses que puedes hacer lo que quieras solo porque tienes a Urbano en tus manos.
—Ya que deseas la muerte, ¡te la concederé!
—Haganlo, ¡rescaten a Urbano!
El señor Figueroa estaba furioso, ya no podía contener su ira. Agitó la mano y ordenó a los hábiles miembros de la familia Figueroa que atacaran, preparándose para rescatar a Urbano por la fuerza.
—Viejo, ya les di la oportunidad a ustedes, la familia Figueroa.
—Si no valoran esa oportunidad, no me culpen a mí.
Christian resopló con desdén. Extendió la mano y levantó a Urbano del suelo.
—Christian, ¿qué estás planeando?
Urbano se asustó y sintió una premonición ominosa en su corazón.
—Muy simple, te enviaré al i