Capítulo 57.
—¿Alfa Leif? —repito su nombre incrédula.
¿En verdad es él? No puedo asegurarlo, pues solo lo he visto como dos veces en toda mi vida, y no recuerdo bien su rostro.
A pesar de eso este hombre desconocido tiene el porte de un alfa, con un cuerpo fuerte y musculoso, además de los cabellos dorados como todos los miembros de la manada Perdición Plateada, además de un rostro agradable y con facciones muy refinadas.
Si, no voy a engañar a nadie, es muy guapo.
—¿Cómo puedo saber que en verdad es usted? —pregunto a la defensiva, pues en una circunstancia como esta, no puedo evitar dudar de él y sus intenciones.
—Bueno, no tengo manera de probarlo. Pero debe pensar, ya que ninguna otra persona más que yo, como alfa, hubiera sabido que vino a buscarme.
—Puede ser un espía…
—Si yo fuera un espía de Raven Ashwood o cualquiera de sus enemigos, ya le habría hecho daño, se lo aseguro —responde él con calma.
Bueno, supongo que este tipo tiene un punto. Aun así no puedo ni quiero confiarme, Raven pued