Capítulo 17 – el accidente.
–¡Ezra! Pero ¿Por qué no? Él no es una mala persona – las lágrimas salían de los ojos de Emma y surcaban su carita que se encontraba roja de tanto llorar. No sabía a donde la estaba llevando su hermano y aunque jamás creyó decir aquello, deseaba volver al convento, seguramente eso era mejor que cual fuera el lugar al que la estaba llevando Ezra.
–¡Te dije que no! – le gritó furioso, tratando de agudizar la vista para poder conducir.
Acababa de comenzar a caer un aguacero torrencial que le impedía ver con claridad a través del cristal del auto.
–¡Maldita lluvia! – Ezra le dio un golpe al volante y entonces aceleró, por algún motivo creyó que era una buena idea acelerar para llegar más rápido a casa y decidir qué demonios iba a hacer con Emma – ¿Por qué me haces las cosas tan difíciles, Emma? Solo te pedí una cosa, ¡Una puta cosa! Que me obedecieras, ¿Era muy difícil?
Emma esnifó y se agarró con fuerza del asiento, Ezra iba tan rápido que su espalda se pegaba contra el cuero del auto.
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