— ¿Qué pretendes hacer? — Manifestó William retándola, sabía a dónde iba, pero no podía darle libertad, así como así; mientras Emily cambiaba a su forma humana quedando solo en ropa interior.
— Ver a mi pequeño ¿acaso no te das cuenta? está llorando, ¡tiene Autismo! ¿sabes al menos que es eso? — Grito Emily con fuerza, para que el pequeño se diera cuenta que su madre se encontraba ahí. No podía creer el trato que le estaban dando, especialmente su padre a quien volteo a mirar con desprecio y él agachó su mirada.
— ¿Sabes calmarlo? — preguntó José con inseguridad, sabía que su pequeño había sido maldecido, pero no tenía idea de con qué ni que se hacía en esos casos, donde Emily afirmó.