MARCUS
—¿Pasa algo?— me preguntó Mayla y yo me puse rápidamente la mano en el pecho.
—No, Cariño, solo no puedo dormir— apago la luz del baño y nos regresamos a la cama.— por favor, yo no quiero que de verdad tengas que estarte preocupando por cada cosa que pase. Yo quiero tener hijos sanos y que puedas dar a luz con toda tranquilidad, ¿Entendido?
Le contraía sobre esta mancha, pero sólo sería hasta el día de mañana.
—No me pidas eso y menos cuando sabes que tengo a seres muy queridos— me abrazó refugiándose en mi.
—Yo sé, pero me refiero a que no lo hagas tanto— estuve acariciando su cabellera hasta que pudo dormirse profundamente.
*
Me levanté más temprano de lo normal, Martina era la única que estaba despierta y la encontré en la cocina.
—Buenos días, Marcus,— me dijo con una taza en la mano.
—Buenos días, Martina,— me acerco a ella y me sirvo un poco del café que está haciendo.—¿estas bien?
—Si, solo estaba pensando algunas cosas que todavía me parecen un poco extrañas—Esperaba qu