— ¿Qué estupideces estás diciendo? ¿De qué profecía y de qué hijo hablas? — Le grito y vuelvo a empujarlo, pero a pesar de que utilizo toda la fuerza que puedo, no logro moverlo del lugar.
— Hablo de Amara y del alfa Ónix — Me llevo la mano al vientre y siento de nuevo el vacío de Amara por perder a su hijo.
— No entiendo lo que dices, eso nunca pasó, solo estaba en mi mente — Frunzo el ceño, porque al parecer, Ónix sabe que es lo que me está sucediendo.
— Sucedió, hace siglos y al parecer, yo soy un descendiente del alfa Ónix — Me dice y la seriedad de su mirada me hacen ser consciente de que cree lo que está contándome.
— Déjame respirar — Le pido y él se aleja de inmediato.
Me llevo la mano a mi pecho, donde mi corazón late acelerado. Si la historia entre Amara y Ónix es verdadera, entonces lo que me pasó con el hombre sin esencia también lo es.
¡Oh por Di