Celeste
Todo estaba saliendo tan bien que no podía creerlo. Había temido, y creía que se repetiría lo ocurrió en la anterior reunión de los alfas, donde ellos me denigraron y me sentí tan fuera de lugar. Sin mencionar los terribles acontecimientos que vinieron después.
Pero ahora era muy diferente, especialmente porque tenía el apoyo de Alaric, de una manera que no sabía cómo empezar a explicar. También porque los alfas aquí presentes resultaron ser otro tipo de personas: amables, respetuosos y considerados. Era obvio que confiaban en mi mate y entendí por qué el apoyo de ellos era fundamental. Mi rey había decidido dejar de rogarle a los lobos por su ayuda. Iba a confiar en los que siempre habían estado conmigo.
La verdad libera, dicen por ahí, y el hecho de que hubiese contado la verdad de nosotros, y que ahora tenía el apoyo de sus guerreras y mis amigas, Carmen y Marina, había hecho que todo cambiara.
—Luna Tatiana, Alfa Sebastián, quería presentarles a alguien muy especial —dijo