Mateo
Llevaba unos días en la casa de Elena .La primera noche yo me acosté en la improvisada cama que hicimos con un par de mantas y un cojín como almohada y la rubia ,a regañadientes,se tumbó en la cama.Ciertamente no iba a dejar a mi pareja durmiendo en el suelo y de todos modos la cama era muy pequeña y posiblemente se me hubieran salido los pies.Llevábamos un rato durmiendo cuando la escuché moverse,al principio no le di importancia pero luego empezó a quejarse y a llorar y supe que estaba sufriendo una pesadilla.
Me incorporé y me acerqué hasta ella.Estaba muy agitada y su frente estaba perlada por el sudor.
—¡No,no por favor!¡Ya no más!— se me encogió el corazón de solo pensar en la atrocidad que debía estar reviviendo en su pesadilla.
—Elena,Elena despierta— la moví suavemente y ella se despertó sobresaltada.
—Mateo— se tiró a mis brazos y se agarró a mí llorando.
—Ya pasó,ha sido una pesadilla.Estás a salvo— la abracé pegándola a mi cuerpo.
Estuvimos un buen rato así en esa pos