Amanda

—Estoy preparada para llegar hasta el final.Hazme tuya,Osito,quiero ser tuya— dije totalmente decidida.

Los grises ojos de Gary se volvieron casi plateados y me miraban con tanto deseo y amor que una sonrisa se dibujó en mi cara.

—¿Estás segura,pequeña?,si cruzamos esa línea no va a haber marcha atrás—

—Segurísima,Osito— creo que no había terminado la frase cuando ya Gary había estampado su boca en la mía y me había elevado haciendo que mis piernas rodearan su cintura y poniendo mi espalda contra la pared.

El beso era hambriento, necesitado y poco a poco fue subiendo de intensidad hasta que llegó un momento en el que los dos estábamos tan excitados que no podíamos separarnos el uno del otro.

Cómo pude le quité la camiseta que llevaba y desenrollé mis piernas de su cintura para poder bajarle el pantalón y los boxers .En cuanto estuvo desnudo, al igual que yo ,volvió a levantarme y nuevamente rodeé su cintura con mis piernas y seguimos besándonos.

Estaba tan hipnotizada por el sab