Capítulo 14.
He vuelto a la estúpida reunión de bienvenida, donde Max sigue hablando y hablando sin parar, y le ofrece el micrófono a profesores y personal para darnos una “calurosa bienvenida” sin embargo, yo no puedo pensar en nada ahora que no sea Aiden y su intensa mirada, y sus palabras, sus gestos, sus actos hacia mí. No puedo creer que él le haya pedido a Max mi entrada aquí, sabe que no pertenezco a este lugar, a este lado del pueblo y es la única forma de tenerme cerca. Tal parece que a nadie le importa a lo que se dedica, tal parece que todos estúpidos, o todos se hacen de la vista gorda. Es muy confuso; Andy tenía razón, no es cómo lidiar con niñatos de tu escuela, son hombres, hombres de verdad que saben lo que quieren y cómo conseguirlo y el truco está en ser más listos que ellos.
Ni siquiera he comenzado los planes que tengo y ya tengo a un hombre que no conozco de nada, que además es peligroso detrás de mí, tal vez tiene el dinero que yo quiero, pero también tiene el arma para dispa