Cuando Petra desabrocha los pantalones de Bryan, respira hondo mientras baja la cremallera y sujeta el dobladillo de los pantalones para bajarlos.
— Vamos cariño, ¿tienes miedo? — dice Bryan. — No muerdo.
— Muy gracioso. — dice Petra, bajándose los pantalones de una vez.
Petra intenta no mirar, pero era imposible, Bryan estaba en ropa interior blanca y su gran volumen se notaba muy bien. Ella abre mucho los ojos y se aleja.
— ¿Qué pasó? — pregunta Bryan. — no te asustes, se hace aún más grande.
— Para de chistes. — dice Petra tirándose en la cama y dándose la espalda.
— Todavía me falta mi camisa. — él dice.
Petra resopla irritada y se sienta en la cama, donde toma el dobladillo de su camisa y la levanta, dejando al descubierto todo su cuerpo. Ella mira fijamente los abdominales definidos de Bryan y luego mira todo su cuerpo, y por mucho que trate de no hacerlo, su mirada siempre va en dirección a su polla.
— ¿Te gusta lo que ves? — pregunta Bryan. — Puedes tomarlo si quieres.
— Conve