Capítulo 18

Amaya

Volver a Berkeley para recoger mis cosas, así como hacer gestiones para terminan mi plan de estudios a distancia, de verdad me mataba. Más que todo por todas las libertades, anécdotas y momentos buenos que viví ahí, y a diferencia de los hombres Yakuza que mi padre puso a vigilarme, fueron los hombres de mi futuro esposo quien me tendieron pañuelos en los momentos en los que se me hizo imposible contener las lágrimas.

El primero de ellos fue anular el contrato de vivienda.

Despedirme del edificio fue terrible porque había sido mi casa en los últimos cuatro años, además de que ahí comencé a salir de mi caparazón, comencé a florecer, comencé a sentirme plenamente yo, a crecer como un ente social. Y eso que no lo era mucho.

Andrà tutto bene, signorina —dijo Octavio, un hombre que podía

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App