Últimamente, mi vida está dando giros muy extraños, o, mejor dicho, sobrenaturales. Ordenemos todo lo sucedido en estos días:
El rey lobo se interesa en mí, o, mejor dicho, en mi "sangre", y me lleva a su castillo.
Nos besamos.
Luca nos ve.
Luca va a buscarme.
Luca promete hacer lo que sea para "recuperarme".
Me da mi libertad.
Iba volviendo a mi hogar y unos lobos me atacan y me llevan con ellos "por órdenes de Ángela".
Es mentira, solo me quieren, lógicamente, por mi sangre y sus dones.
Alan es mi protector, mi guardián.
Es el padre de Luca y debe entrenarme.
Bastante raro, ¿no? Yo solo quiero volver a mi vida de antes, donde solo me preocupaba por qué usar en el instituto. A fin de cuentas, mi destino no era ser compañera de un lobo posesivo, sino ser la reina de los ángeles, las criaturas que pueden vencer a los lobos.
¿Quién lo diría? Yo, enamorada de un lobo… digo, yo, la compañera de un lobo, siendo su peor enemiga.
¿Qué haré? Sencillo: entrenar hasta ser lo suficientemente fue