Capítulo 124. No estoy casada
—Bella, querida, qué bueno que llegaste —dice Olivia con una sonrisa amplia mientras la abraza afectuosamente. Bella le devuelve el gesto con amabilidad.
Apenas se separan, Bella siente unas miradas clavadas en su espalda. Gira un poco el rostro y ve, a unos metros, a Alba Castellar. La mujer la observa con desprecio mientras conversa con un par de mujeres, quienes también voltean a mirarla. La expresión en sus rostros es evidente: están hablando de ella. El mismo veneno de siempre, cubierto por máscaras de cortesía reluciente.
—Te llevaré a tu mesa. Como no vienes acompañada y te invité de último momento, vas a sentarte en la mía, con algunos amigos —le dice Olivia, sin prestar atención al murmullo de las otras mujeres.
Bella asiente. La verdad, lo agradece. No conoce a nadie más en esa cena, salvo a Olivia y a su sobrina, y la idea de deambular sola entre desconocidos no le entusiasma para nada.
Olivia la guía hasta una mesa ubicada justo frente al escenario, una de las mejores del