Nos detenemos para almorzar y aprovecho la oportunidad para subir a mi pareja a mi regazo. Últimamente no he tenido tiempo para estar con ella con todo lo que está pasando en nuestra manada, pero mientras estamos aquí, voy a aprovecharlo al máximo.

“¿En serio, Eli?”, me pregunta, lanzándome una mirada exasperada. Sonrío, le beso la nariz y le acerco el plato para que coma sentada en mi regazo.

Angela se ríe desde su asiento en el regazo de Liam. “Te dije que tu trasero nunca se tocaría un asiento”. Liam le susurra algo al oído que yo prefiero no oír, pero nadie puede ignorar el asombroso tono rosado que adquieren las mejillas de Angela ni la sonrisa de satisfacción en el rostro de Liam.

Después del almuerzo, Ailduin quiere probar nuestra capacidad de enlace mental. Dice que ambos debemos tener la capacidad de vincularnos mentalmente más lejos de lo normal. Nos hace volver afuera, no es que sea necesario, pero es donde hemos estado ‘entrenando’ nuestros dones de guardianes.

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