Se gira y nos mira a Eli y a mí. “Ustedes dos deberían esperar empezar a tener noticias de algunos sobrenaturales también. La noticia de tu despertar y de su recién formación como una manada se extenderá rápidamente, Grace”.
Asiento, pero sin estar muy segura de qué esperar si otros sobrenaturales llegan a nuestras fronteras.
A la mañana siguiente, mientras nos preparamos, veo ropa nueva en mi bolsa.
“¿Qué es esto?”, pregunto, girándome hacia Eli y sosteniendo la ropa en mis manos.
Él se acerca a mí. “Solo una cosita que sé que necesitas y que te ayudará con tu entrenamiento”.
Le rodeo el cuello con los brazos. Me encanta cómo siempre piensa en pequeñas y dulces maneras de demostrarme lo mucho que me quiere. “Gracias”, le digo, besándolo y abrazándolo.
“No empieces algo que no puedas terminar, pequeña Alfa”, me dice besándome la nariz.
“Más tarde, entonces”, le prometo.
“Más tarde”.
Cuando estamos listos, nos dirigimos al campo de entrenamiento y observo que varios de los gu