Capítulo 29 —La sopecha de Charlotte
Narrador:
El sonido de la puerta al cerrarse retumbó con más fuerza de la habitual. Cédric dejó las llaves en la repisa, se quitó el abrigo con movimientos lentos y cruzó el recibidor sin notar los pasos que se acercaban desde la sala.
Charlotte lo estaba esperando. De pie, inmóvil. Con los brazos cruzados sobre el pecho y una expresión serena, casi neutra… pero los ojos bien abiertos.
—¿Podemos hablar?
Cédric se detuvo. Apenas la miró. Pero asintió.
—Claro.
Charlotte señaló el sillón, pero él no se sentó. Tampoco ella.
—No voy a hacer rodeos —dijo, sin elevar la voz —¿Tienes una amante?
El silencio fue tan inmediato que pareció cortar el aire.
Cédric frunció el ceño, confundido.
—¿A qué viene esa pregunta?
—Estoy preguntando algo simple. ¿Estás viéndote con alguien?
Cédric apoyó una mano en la repisa del salón. No parecía incómodo. Pero tampoco se apresuró a responder.
—No entiendo por qué lo preguntas. Tú y yo no tenemos esa clase de exclusividad