Arelis sintió que acariciaban su cabeza, alzó la mirada y se encontró con aquellos ojos violeta que recordaba.
-Por favor- suplico al borde del colapso
-Mi querida niña- respondió una voz femenina bajo aquel gran abrigo de piel- si tan solo me escucharas cuando debes- Arelis se sujetó de las rodillas de la mujer, no podía verle el rostro pues iba cubierta de pies a cabeza pero sabía que era ella.
-Por favor, permítame salvarlo una vez más- Jadu la ayudó a ponerse de pie sosteniéndola del brazo
-Pero que cosas dices- la abrazo con cariño- en la condición que estas y ¿aun te sigues preocupando por el?
-Por favor- Arelis se s