Odell pronto llegó al salón.
El edificio era enorme y tenía muchas habitaciones.
Miró a su alrededor y preguntó:
—¿Dónde está ella?
Thomas lo miró en silencio como si se dejara llevar por sus pensamientos.
Odell se acercó a él y tiró de su cuello. Él gritó:
—¡¿DÓNDE ESTÁ ELLA?!
Thomas recuperó la compostura y dijo:
—Ella está en la habitación que da al este en el tercer piso.
Odell lo empujó y subió las escaleras.
Thomas vio a su hermano nervioso subir las escaleras y preguntó:
—Hermano, hay bombas en todas las habitaciones excepto en la de ella. ¿Estás seguro de que quieres ir allí?
Odell lo miró y siguió adelante.
Thomas sonrió.
—¿No tienes miedo de que te esté atrayendo a una trampa?
Odell continuó ignorándolo y subió las escaleras.
La sonrisa de Thomas se desvaneció y volvió a su ser helado.
Murmuró:
—Incluso si no le tienes miedo a las bombas, te molestará cuando la veas.
…
De vuelta en la habitación del tercer piso, Sylvia luchó por m