Justo cuando Sylvia estaba luchando contra sus pensamientos, tratando de encontrar la mejor excusa para sus hijos, Thomas dijo de repente:
—Hoy hace buen tiempo. Mami y yo estamos planeando llevarlos al extranjero a jugar.
La palabra "jugar" intrigó a la niña cuando sus ojos brillaron de emoción y gritó:
—¡YAY!
Liam preguntó en voz baja:
—Tío, ¿qué pasa con tu lesión?
Thomas se encontró con la mirada inquisitiva del niño y dijo con una sonrisa:
—Es solo una herida menor. No afectará nuestro momento.
Liam luego se volvió hacia su madre.
—Mami, ¿adónde vamos hoy?
Sylvia frunció los labios y respondió de mala gana:
—Todavía no lo hemos decidido. Planearemos el camino hacia allí.
Liam luego bajó la cabeza en silencio.
Thomas luego lanzó una mirada a Sylvia.
—Los traeré abajo primero.
Sylvia respondió:
—Está bien. Estaré allí en un momento.
Thomas sacó a Isabel de la sala. Tía Tonya lo siguió.
Sylvia luego le dijo a Liam:
—Liam, sigue a la tía T