Con lo rápido que conducía Tristán, no tardaron mucho en llegar al Distrito Viejo.
Sylvia se dirigió a él. "Déjame en el cruce cerca de mi casa".
Estaba a poca distancia de la residencia de los Carter, así que pensaba ir andando después de bajarse del coche.
Tristán la miró y respondió: "De acuerdo".
Poco después, se detuvieron en dicho cruce.
Sylvia se bajó del coche y le dio las gracias: "Tristán, gracias por llevarme a casa".
Tristán sonrió y contestó: "De nada. Ahora date prisa y ve con tus hijos".
Sylvia dio la vuelta y se dirigió a casa de los Carter. Después de cruzar dos cruces más, llegó a la entrada de su casa familiar.
La puerta de entrada estaba cerrada.
Sylvia se adelantó y levantó la mano para llamar al timbre.
"¿No ibas a tener una cita con él?". Una voz profunda y socarrona surgió de la nada detrás de ella.
Sylvia se sobresaltó y se giró rápidamente.
Era Odell, escondido bajo la sombra de los árboles. Seguía llevando el mismo traje n