Sylvia se dio la vuelta rápidamente.
Odell frunció el ceño y se dirigió hacia los vestuarios.
Sylvia podía escuchar sus pasos acercándose. Su chillido de dolor debió de captar su atención.
El vestuario no era tan espacioso como el dormitorio, y si él entraba allí, no había duda de que la descubriría. No le dio tiempo a pensar en un plan muy minucioso, así que salió corriendo del vestuario y corrió hacia el baño en el otro extremo del lugar.
Odell se sobresaltó al ver la figura familiar pasar corriendo junto a él. Inmediatamente apresuró sus pasos y fue tras ella.
Antes de que Sylvia pudiera entrar en el baño, una mano fuerte la agarró por el hombro.
Silvia se quedó paralizada.
Fue en ese momento cuando Isabel soltó un grito repentino.
Sylvia aprovechó la distracción y se metió en el baño.
La expresión de Odell cambió. Quiso perseguir a la mujer, pero Isabel empezó a darle pequeños puñetazos.
"Malito, ¿por qué me cargas? ¡Suéltame!".
Odell frunció las cejas. "Silen