Capítulo 358
Odell le lanzó una mirada sombría.

Sylvia soltó una risita incómoda y dijo: "Um, ¿puedes tener un poco más de paciencia?".

Él apretó los labios contra las suyas para silenciarla. El beso pareció más bien un castigo, porque solo la soltó cuando sus labios se hincharon.

Se separó de ella y se dirigió al baño. La ducha se abrió en cuanto cerró la puerta de un portazo.

Sylvia suspiró aliviada y se sentó.

Un rato después, Odell salió del baño en bata. Ella le miró tímidamente, pero él solo respondió con una mirada fría.

Sylvia apretó los labios y entró al baño. Para su sorpresa, el baño seguía estando frío incluso después de la ducha de Odell. No había ni la más mínima pizca de calor en su interior.

Frunció el ceño. '¿Acaso se ha duchado con agua fría?'.

Sylvia encendió el calentador y se duchó.

Cuando salió en pijama, vio a Odell leyendo un libro en la cama.

Sylvia se metió en la cama y se tumbó a su lado. Se giró hacia él y le dijo suavemente: "Se está haciendo tarde.
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